Francisco C. intentó convertirse en ciudadano estadounidense antes de la elección presidencial del pasado 8 de noviembre, “pero todavía estoy esperando que me llamen a la entrevista”, dice. “Cada vez que consulto mi caso en la página de la USCIS (Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración), aparece el mismo mensaje: que ya me tomaron las huellas y que me van a llamar. Pero nadie me llama desde hace casi seis meses”.
La USCIS reconoce que hay problemas. “Si bien hemos experimentado un aumento en las solicitudes y peticiones, seguimos comprometidos a adjudicar las solicitudes de naturalización dentro de nuestros objetivos de tiempo de procesamiento establecido”, respondió la agencia a una pregunta de Univision Noticias.
“Estamos monitoreando la situación y manejando los recursos para enfrentar cualquier disparidad en los tiempos de procesamiento”, afirma Marilu Cabrera, vocero de la agencia en Washington DC. “En áreas en las que existen atrasos, donde las solicitudes están fuera del tiempo de procesamiento, continuaremos los esfuerzos para destinar recursos y asegurar que las solicitudes sean procesadas oportunamente”.
Según los datos de la agencia federal a los que ha tenido acceso Univision Noticias, durante el primer trimestre del año fiscal 2017 (1 de octubre al 31 de diciembre de 2016), la USCIS recibió un total de 239,628 solicitudes (formularios) de ciudadanía N-400, de las que aprobó 112,640 y rechazó 18,700. Y si a esto se añaden las solicitudes atrasadas, el total de peticiones pendientes es ya de 636,164.
“Los trámites por lo general tardaban entre cuatro a seis meses en promedio”, asegura Cabrera. Pero en lo que va del segundo trimestre del año fiscal 2017, esto es a partir del 1 de enero, las demoras se han incrementado notablemente.
De acuerdo con una herramienta de la USCIS que muestra en tiempo real los tiempos de espera para una gestión de ciudadanía, en la oficina de Miami, Florida, recién están procesando peticiones enviadas con fecha 26 de mayo de 2016 (11 meses de atraso). Mientras que en la oficina de Albany, Nueva York, están procesando peticiones con fecha 17 de julio del año pasado (9 meses de demora).
Otras oficinas a nivel nacional muestran estos tiempos de espera:
Albuquerque (Nuevo México): 11 meses de espera.
Baltimore (Maryland): 9 meses de espera.
Boston (Massachusetts): 10 meses de espera.
Charleston (Carolina del Sur): 9 meses de espera.
Chicago (Illinois): 9 meses de espera.
Cleveland (Ohio): 6 meses de espera.
Dallas (Texas): 11 meses de espera.
El Paso (Texas): 10 meses de espera.
Kendall (Florida): 10 meses de espera.
Las Vegas (Venada): 11 meses de espera.
Los Angeles (California): 9 meses de espera.
Seattle (Washington): 8 meses de espera.
Queens (Nueva York): 10 meses de espera.
De forma aproximada, el tiempo de espera se ha duplicado en estas ciudades, si se compara con los 4-6 meses que se tardaba hace un año.
“No es normal estas demoras en los procesos de ciudadanía”, comenta Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California. “Tampoco es algo nuevo. Estamos viendo este problemas desde mediados del año pasado”.
Gálvez señala que “hasta ahora no sabemos a qué se debe. El año pasado el gobierno dijo que había suficientes empleados en la USCIS para procesar las solicitudes sabiendo que era época de elecciones y muchos pidieron la ciudadanía para votar, pero de todas formas la cola comenzó a crecer”.
“Pero no es un asunto del gobierno de Trumpo, esto se viene arrastrando desde hace algunos meses”, agrega. “El problema es que muchas personas que enviaron el formulario N-400 y se habían hecho ilusiones hace unos meses, todavía están esperando”.
La USCIS negó que las demoras se deban a presiones de la Casa Blanca por nuevas políticas migratorias del presidente Donald Trump, quien le declaró la guerra a la inmigración indocumentada.
“Estamos destinando recursos para procesar adecuadamente las solicitudes”, reitera Cabrera.
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Fuente:Univision